El efecto perverso de las hipotecas multidivisas

En el año 2008 una familia acudió a un banco a solicitar un préstamo para comprar su primera vivienda y les aprobaron la operación, concediéndoles el producto estrella: la hipoteca multidivisa. Lo que en aquél momento parecía una buena idea, ha sido un calvario económico para la familia, que ha logrado un desenlace judicial feliz.

La explicación del producto bancario resulta atractiva a primera vista. Se le dice al cliente que se le concede una hipoteca en euros, pero que la cantidad a devolver mensualmente dependerá del comportamiento de monedas extranjeras (como el franco suizo o el yen). Se indica que dichas monedas son más estables que el euro y que ello les beneficiará en sus cuotas.

La realidad es bien distinta. La opción multidivisa no sólo afecta al montante de los intereses, sino que cada mes debe recalcularse el principal. De tal manera que el efecto más perverso de las hipotecas multidivisa radica en que después de estar pagando durante años las cuotas mensuales, los clientes adeudan mayor cantidad al banco, de la que pidieron en su día.

Es lo que sucedió a una familia vallisoletana. A pesar de cumplir con todas las cuotas mensuales (que llegaron a ser de 1.400 €), a los ocho años de pagar cada cuota, debían más al banco que al inicio.

Este ejemplo real, se repite a lo largo y ancho de la geografía española. Lo que era un producto estrella, se ha convertido en una auténtica pesadilla, pues no hay nada más frustrante que pagar, no sin esfuerzo, las cuotas hipotecarias y comprobar que cada día se debe más dinero al Banco.

Para un ciudadano medio, resulta incomprensible que alguien que religiosamente cumple con sus obligaciones de pago, se vea atrapado por una deuda que crece exponencialmente.

Las hipotecas multidivisas son productos complejos y especulativos que nunca debieron comercializarse a los consumidores para financiar la inversión más importante de sus vidas: su casa.

Afortunadamente y una vez más, la labor concienzuda de diversos abogados y la comprensión y entendimiento por parte de los jueces de a pie, están tornando la situación y anulando las opciones multidivisas de los préstamos hipotecarios.

Uno se pregunta: ¿no se acabarán nunca los productos bancarios trampa?.

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